Una rápida desaceleración de la actividad económica mundial, una inflación persistente, un aumento de los costos de endeudamiento, una disminución de la confianza del sector privado y un aumento de los costos de endeudamiento están contribuyendo al enfriamiento de la economía.
Algunas empresas están optando por invertir y contratar de manera más conservadora como resultado de las continuas presiones de costos, la disminución de la demanda y una mayor incertidumbre.
La economía mexicana ha enfrentado recientemente situaciones coyunturales que han requerido ajustes por parte del gobierno para enfrentar el entorno económico, social y geoestratégico. Para 2023 se prevé el mismo comportamiento.
Debido principalmente a los efectos del COVID-19 en la economía mundial y la caída de la inversión privada, la economía mexicana ha mostrado un escenario de desaceleración continua desde 2019 que se acentuó durante 2020. El Producto Interno Bruto ha aumentado durante este tiempo, impidiendo una recuperación de la economía mexicana. Aunque las estimaciones son inferiores a las de 2022, las expectativas de crecimiento para 2023 son reservadas.
El desempeño económico de Estados Unidos es otro motivo de preocupación en México porque podría tener un efecto adverso en el comercio con México como resultado del aumento sostenido de las tasas de inflación y el potencial de una recesión económica en 2023. Esto también tendría un efecto inmediato en las operaciones comerciales mexicanas.
Dado que tanto el Banco de México como la Reserva Federal han declarado que es posible mantener una política restrictiva para contener el aumento inflacionario, la política monetaria en ambos países es un tema más crucial que domina la agenda económica. Las tasas de referencia en ambos países están aumentando y se anticipa un escenario similar para 2023.
En este contexto, las juntas directivas deberían prestar más atención a factores que influyen en la economía y que antes se daban por sentados. Las juntas directivas deberían concentrarse en las siguientes cinco ideas macroeconómicas fundamentales para apoyar a las empresas durante la incertidumbre económica con el fin de convertir la incertidumbre en oportunidades.
Inflación. Se espera una mayor volatilidad en la inflación de los precios de la energía, las materias primas y los alimentos. Esto se ve reflejado en la contracción de la confianza del consumidor para las economías mexicana y norteamericana.
Fuerza laboral. En los últimos cinco años, ha habido cambios significativos en el ambiente laboral en México, incluidas reformas legislativas que frecuentemente han resultado en aumentos significativos en los costos laborales y las cargas tributarias sobre las empresas. El salario mínimo en México se ha duplicado en los últimos cinco años, aumentando un 102% de 2019 a 2023.
Costo de capital. El endurecimiento rápido y coordinado de la política monetaria en todos los ámbitos ha provocado un aumento de las tasas de interés, una caída de los precios de las acciones y cambios significativos en los tipos de cambio. Dado que las valoraciones de las acciones experimentan grandes oscilaciones, existe una desconexión entre las percepciones de los compradores sobre el valor subyacente de un activo y el costo creciente de la deuda, lo que está impulsando un enfoque en la opcionalidad para cumplir objetivos estratégicos y vendedores.
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