Enfoque estratégico con el BSC

Enfoque estratégico con el BSC

El Cuadro de Mando Integral (Balanced Scorecard o BSC por sus siglas en inglés) es un enfoque estratégico de gestión que se utiliza para medir y administrar el desempeño de una organización de manera equilibrada y alineada con sus objetivos estratégicos. Fue desarrollado por Robert Kaplan y David Norton en la década de 1990.

Se basa en la idea de que las organizaciones no deben medir su éxito únicamente en función de indicadores financieros, sino que deben considerar una serie de perspectivas clave para evaluar su desempeño de manera integral.

Las perspectivas tradicionales del BSC

Perspectiva financiera: Esta perspectiva se centra en los resultados financieros de la organización, como ingresos, márgenes de beneficio, retorno de la inversión y crecimiento de los activos. Estos indicadores financieros son importantes porque reflejan el éxito a largo plazo de la organización y su capacidad para generar valor para los accionistas.

Perspectiva del cliente: En esta perspectiva, se evalúa cómo perciben los clientes la organización y sus productos o servicios. Se pueden medir indicadores como la satisfacción del cliente, la lealtad, la retención de clientes y la cuota de mercado. La idea es asegurarse de que la organización esté cumpliendo con las expectativas y necesidades de sus clientes.

Perspectiva interna o de procesos: Aquí se analizan los procesos internos de la organización que son críticos para la entrega de valor a los clientes y para el logro de los objetivos financieros. Se identifican y miden los procesos clave y se busca mejorar su eficiencia y efectividad.

Enfoque estratégico con el BSC

El enfoque estratégico con el BSC implica.

Definir la estrategia: Identificar los objetivos estratégicos de la organización y las iniciativas clave que se deben llevar a cabo para lograrlos.

Identificar indicadores: Para cada perspectiva del BSC, seleccionar indicadores clave de desempeño (KPIs) que permitan medir el progreso hacia los objetivos estratégicos.

Establecer metas: Asignar metas específicas y medibles para cada indicador, de modo que se puedan evaluar los resultados y el rendimiento de la organización.

Implementar medidas y acciones: Definir planes de acción concretos para mejorar el desempeño en cada perspectiva. Esto puede incluir la asignación de recursos, la reingeniería de procesos y la formación de personal.

Monitorear y revisar: Regularmente, revisar y actualizar el BSC para asegurarse de que esté alineado con la estrategia en curso y que los indicadores sigan siendo relevantes.

El BSC es una herramienta valiosa para la gestión estratégica porque proporciona una visión equilibrada del desempeño de la organización y ayuda a alinear todos los niveles de la empresa con los objetivos estratégicos. Además, fomenta la comunicación y la colaboración dentro de la organización al establecer una comprensión común de la estrategia y las metas.

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